Zonas verdes y ajardinadas

El servicio de jardinería dispone de un equipo que se dedica exclusivamente a la gestión del arbolado, velando por la seguridad y la salud del arbolado urbano, tanto en parques como en el ámbito viario, defendiendo este patrimonio como una prioridad, siguiendo las líneas marcadas desde el Ayuntamiento y conforme a la legislación vigente. De esta manera siempre hemos apostado por equipos especializados y dedicados en exclusiva, con maquinaria y herramientas de primer orden para poder llevar a cabo las tareas con profesionalidad y diligencia.

El mantenimiento se hace bajo criterios medioambientalmente sostenibles, desde el diseño de nuevos espacios ajardinados hasta las labores propiamente de mantenimiento. Para ello, se apuesta por el empleo de métodos inocuos, tanto para personas como para el resto de los seres vivos, por ejemplo, en el control de plagas vegetales, sustituyendo el empleo de productos químicos fitosanitarios por estrategias de lucha biológica.

Plan de podas y plantación e especies

Es la operación más importante por:

  • Suponer una partida económica muy elevada del presupuesto general de mantenimiento
  • Condicionar el desarrollo futuro del arbolado de la ciudad – generar dependencia si no se efectúa con criterio
  • Estar sujeta a la presión ciudadana, intereses y modas ser vulnerable a los cambios de gestión

La poda no es una operación sistemática que se debe realizar siempre. Debemos partir del principio de que la mejor poda es la NO PODA y que podaremos sólo cuando exista un motivo justificado para hacerlo.

El porte naturalizado del árbol es el más seguro para los ciudadanos, el que supone menor coste de mantenimiento y el másatractivo ya que es característico de cada especie, definiendo así la estética del ámbito urbano que lo acoge.

Aplicar podas con criterios más sostenibles, menos sistemáticas, menos intensas, menos agresivas y más respetuosas con el árbol, nos asegura un gran ahorro en el presupuesto destinado al mantenimiento de arbolado urbano. Afectando no sólo a la poda, sino que al tener árboles más sanos, destinaremos menos recursos a tratamientos fitosanitarios, prevención de riesgo de rotura, etc.

En las nuevas plantaciones nos aseguramos de una correcta poda de formación durante los primeros 10 años de vida del árbol. A partir de este momento y habiendo mantenido un criterio de formación del árbol coherente con la especie y el emplazamiento, y constante en el tiempo; solo será necesario aplicar podas de mantenimiento (aclareo, reducción de volumen, eliminación partes muertas, secas o enfermas, interferencias) cuando sea necesario y de baja intensidad.

Las reducciones regulares y excepcionales de copa (de elevado coste económico) efectuadas por motivos heredados, sobre árboles que llevan años soportando tales rebajes se pueden seguir haciendo, si bien, en los individuos más jóvenes y con menos tradición se debería prever un cambio de estrategia.

Una buena poda de formación nos conduce a podar con menor frecuencia y de modo menos agresivo. El resultado son árboles más sanos, con buena estructura y mayor seguridad. Árboles que aumentan su valor patrimonial con el tiempo. Árboles que definen un nuevo modelo de ciudad para Puerto Real.

Una correcta elección de la especie a plantar debe evitar una poda innecesaria en el futuro. No podemos hipotecar el mantenimiento por culpa de podas sistemáticas en árboles que no caben en el lugar donde se encuentran y crecen demasiado.

No siempre debemos efectuar la poda en el mismo período del año (invierno). Podas en verde después de la floración para evitar fructificaciones indeseadas, refaldados y eliminación de ramas molestas, también se puede efectuar en verde, siempre después de la brotación primaveral, el año pasado fue en el caso de los naranjos, este año será en el caso de las palmeras.

Aprovechar los residuos vegetales generados por la poda, para cubrir superficies de suelo “mulching” favorece el aporte de materia orgánica, evita la compactación, evita la emergencia de malas hierbas y mantiene la humedad. Con ello nos reafirmamos en la línea de la sostenibilidad y el uso eficiente de los recursos y sus derivados.  Además, las partes leñosas, troncos y ramas grandes se cortan y se dejan en los jardines para el aprovechamiento como leña de la ciudadanía.

Sanidad vegetal

Se está llevando a cabo un programa de gestión de la sanidad teniendo en cuenta no sólo tratamientos fitosanitarios sino también controles de tratamientos preventivos para mantener el equilibrio de los elementos vegetales. Dentro de los métodos de control existentes se ha apostado por una Gestión Integrada de Plagas, tal y como especifica en el RD 1311/2012, de Uso Sostenible de Productos Fitosanitarios, priorizando los métodos alternativos al uso tradicional de plaguicidas de origen químico.

En cuanto a la sanidad vegetal se hace un cambio drástico en la forma de atender al arbolado enfermo. Ahora se realiza un estudio detallado de las principales especies a tratar y el tratamiento recomendado por cada tipo de especie vegetal a tratar: A continuación, se detallan las medidas llevadas a cabo por orden de prioridad de tratamiento.

ATENCIÓN A la ciudadanía

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